texto curatorial


Adaptaciones para evitar la evaporación
Prácticas diferenciales de algunas especies para adpatarse al medio (podría decirse también sobrevivir a un medio hostil, o de cierta escasez o aridez). Segundo intento.
Durante muchos mese no pude lograr una mínima objetividad como para produccir un texto que haga justicia a este nudo que tengo en mi garganta desde que ví la primera de estas peras espinosas. Sigo intentándolo. La admiración que siento por María Ángela Juanena no hace más que complejizar mi rol de curadora, el que cumplí boquiabierta, viendo cómo ella humilde y autoexhigente despliega su minuciosa y exquisita producción ante mi erizada piel.  Su empecinamiento histórico, su determinación genética y un refinadísimo oficio de pintora, adquirido con paciencia en los últimos 30 anios, son el material básico con el que ella cuenta para producir arte. 
Había trabajado en conjunto con María Angela Juanena en el 2007, cuando fuí contactada, invitada, hospedada, alimentada, animada, registrada y contenida por ella en el "2do festival del Río de la Plata" por ella gestionado y producido. Antes nuestras obras habían coincidido en el 52 Salón Nacional.  Sus blogs ("me oigo gritar en silencio" y "kuamori") han sido desde entonces mis fuentes favoritas de nutrición. Juanena es una guía confiable. Curadora respetuosa del universo artístico contemporáneo, Juanena recorre sin discriminar todos los territorios de la producción humana (cocina, música, videos, videoarte, cine experimental, literatura, web art, pinturas, entre otras diciplinas). Todo está siendo atravesado por ella a la caza de algo sustancioso. Como buena vazca, admira los hechos diferenciales de las culturas, trabajando activamente en que es hoy la "Taberna vazca" siguiendo el ejemplo de las  sociedades gastronómicas del pueblo vazco, donde se escuchan risas y un vocerío exitado, en donde ella está lista, en su mesa está todo el material que necesita para crear y recrear lo que su memoria y experiencia le invocan.  Claro que inicialmente eran clubes privados masculinos.  Personalmente creo que el arte es eso, el extender el terreno de lo posible. "Mejorar el mundo" diría Juanena. 
Hablemos de sus peras. Todas ellas tienen espinas. De qué árbol nacieron estas peras? En qué mercado compró estas frutas? Qué verdulero pudo ofrecérselas? Cómo llegaron hasta aquí? Para mí que de un manzano, en un bodegón, de la mano de Duchamp. Si las peras "normales" tuviesen hojas, podría creer que las espinas son una simple adaptación de las mismas al clima caliente de Salto y me podría creer que es una estrategia para evitar la evaporación. Pero no, las peras nunca antes habían tenido hojas. Por lo que asumo que de manera espontánea le han crecido a estos jugosos frutos espinas sobre su carne, y no por la seca. Espinas que son imaginadas desde hace anios, en un intrincado árbol genealógico de caligrafías para nombrar lo innombrable. Morfología de lo invisible. Lo no dicho. Lo indecible. Lo aborrecible. Estas espinas han sido criadas obsesivamente desde el anio....creando ella "ciertas familias de espinas:  Las USU  que son compatibles con   las KIUN. La familia de las LUX tiene tendencia a juntarse con las BED. Las RUTX toman diferentes formas y colores pero permanecen aisladas...........estan tambien las  truk prix, soluk,zkaf ,utzc,... las xexig..................."1 Texto de María Angela Juanena (mensaje electrónico a la autora).  y que encuentran en estas peras un paisaje cómodo, un territorio en el que fructificar, un terreno que fortificar, un sentido para existir. 
Espinas que parecerían aborrecer el abuso, la violencia y el sometimiento a una voluntad ajena a la naturaleza de las peras. Podría hablar de la autodeterminación de los pueblos, o de los sexos, pero no, no voy a hablar ni de política ni de erotismo, no hace falta. Puedo creer que es un ejercicio estético nomás, no tiene más pretensiones que eso, las peras se alajan como las rosas con espinas para ser más bellas, como mucho para ponerle drama a lo que podría ser solamente el contenido de una ensalada de frutas, una naturaleza muerta o en el mejor de los casos, unas peras al vino tinto. Qué imagen, las peras con corona de clavos de olor en la dulce sangre de la vid. No, no hablemos de coronas, ni de clavos, quizás pueda aceptar que se trata de una conformación para evitar ser tomadas al descuido, comidas sin atención o respeto. Creo que sólo quieren amor. Esto no puede tener nada que ver con el la propiedad ni con el patriarcado ni con el machismo. Son peras.  El objeto pera se convierte en sujeto cuando activamente se transforma en algo nuevo, capaz de actuar. El objeto concebido como un sujeto. Sujeto insujetable. Es como construir un muro alrrededor de sus preciados atributos. Es uno bajo, franqueable con algo de paciencia e inteligencia, pero que las libera delvandalismo de las vestias más irracionales e impremeditadas. Creería que de ellas decidirlo, las espinas caerían caducas.  El objeto sigue siendo el sujeto. 
La caducidad del sometimiento. Las espinas parecen un precio bajo para comprar libertad y autodeterminación. Y podría haber estado hablando de cualquier grupo minoritario, podrían ser peras-ricos, peras-mujeres, o peras-vazcas, o peras-artistas. No, no me recuerdan a peras-indígenas, no me recuerda a nada parecido a un genocidio que no pudo detenerse con flechas ni puntas afiladas de piedras amararadas a tacuaras. No, esto no tiene nada que ver con nuestros charrúas, ni con nuestras indias violadas, ni con la sangre de los infantes muertos, ningún muerto puede evocarse con un fruto tan bello. Ningún corazón podría contener tantas espinas. Son sólo peras, y no lloro más, no, porque sé que son sólo peras mutantes, salvajes, silvestres, la esperanza del injerto amorfo de la reflexión en lo deseable. No a la barbarie. Son peras civilizadas entonces? No, estas peras espinosas vendrían a ser a las peras lo que los jabalíes a los cerdos.
Estoy sufriendo un transtorno en mis lacrimales. 
  Cecilia Vignolo.